¿Vives en una zona donde las condiciones de las carreteras son difíciles en invierno? ¿O te vas a las montañas en coche y te preguntas cómo prepararse? El invierno es una época especialmente difícil para los conductores. Las bajas temperaturas, la nieve, el hielo, la sal de la carretera, la densa niebla y el rápido anochecer convierten un viaje en coche en una auténtica prueba no sólo para el vehículo, sino también para el conductor. Somos de la opinión de que cuanto mejor preparemos el camino, menos cosas podrán sorprendernos. ¿Estás de acuerdo con nosotros? Garantiza la máxima seguridad para ti y tus queridos durante la conducción. Lee nuestra lista de cosas que debes comprobar antes de adentrarte en un terreno montañoso.

1. Cambiar a neumáticos de invierno

Los neumáticos de invierno son un elemento básico de la conducción en los meses invernales. Sin ellos, es mejor no ir a ningún sitio en coche. Mientras que los neumáticos de verano pierden sus propiedades por debajo de los 7 °C, los de invierno están diseñados para proporcionar el máximo agarre y seguridad a bajas temperaturas, sobre nieve y hielo. Asegúrate de invertir en neumáticos con un dibujo lo suficientemente profundo como para proporcionarte estabilidad y control en la carretera en condiciones meteorológicas difíciles. ¿Cuál debe ser la profundidad mínima de la banda de rodadura? Se recomienda que sea de 4 mm o más. Los neumáticos más desgastados, es decir, los que tienen una profundidad de dibujo inferior a 4 mm, no proporcionarán un agarre adecuado, lo que aumentará el riesgo de derrapes y accidentes.

Es igualmente importante comprobar la presión de los neumáticos. Las bajas temperaturas pueden provocar un descenso de la presión, lo que afecta negativamente a la adherencia, el desgaste de los neumáticos y el consumo de combustible. Mide la presión con regularidad, idealmente una vez al mes. Esto ayudará a mantener los neumáticos en condiciones óptimas y garantizará una conducción segura.

¿Piensas montar sólo dos neumáticos de invierno? ¡No lo hagas NUNCA! Incluso si tu coche sólo circula sobre un eje, ¡sigue siendo una decisión equivocada! El uso de neumáticos de invierno sólo en el eje motriz puede provocar una adherencia desequilibrada y un comportamiento peligroso del vehículo, especialmente al frenar bruscamente o cambiar de dirección.

Los neumáticos de invierno no sólo tienen que ver con la banda de rodadura, sino también con un compuesto de caucho especial que se mantiene flexible a bajas temperaturas. Esto garantiza que los neumáticos conserven su adherencia incluso en condiciones extremadamente difíciles, por lo que invertir en neumáticos de invierno de buena calidad es lo más importante para tu coche en invierno.

2. Prueba el sistema de frenos

Si quieres garantizar tu seguridad en la carretera con temperaturas frías y condiciones duras, es esencial que compruebes el estado de tus pastillas y discos de freno. El pavimento resbaladizo, la sal, el barro de la nieve y la visibilidad reducida alargan los tiempos de reacción, y las pastillas o discos de freno desgastados aumentan aún más las distancias de frenado. Como habrás adivinado, esto es muy peligroso en caso de emergencia en la carretera.

Comprueba también el estado del líquido de frenos. Revísalo regularmente, es muy importante. ¿Por qué? Con el tiempo, el líquido de frenos puede absorber humedad, lo que reduce su eficacia y puede provocar problemas de frenado.

Lo ideal es que hagas revisar el sistema de frenos por un mecánico, sobre todo si notas señales preocupantes como chirridos, sacudidas del volante al frenar o un aumento del tiempo de respuesta de los frenos. Más vale prevenir que reparar las averías, especialmente durante los meses de invierno.

3. Compra líquidos para el mantenimiento invernal

La clave aquí es el líquido lavaparabrisas con un aditivo anticongelante. No es sólo una cuestión de comodidad, sino sobre todo de seguridad: poder limpiar eficazmente la sal de la carretera y el barro de la nieve del parabrisas es esencial para una buena visibilidad. 

Además, comprueba también el estado del aceite del motor, que debe ser adecuado para bajas temperaturas. Los meses de invierno pueden ser especialmente exigentes para un motor, y el aceite adecuado garantizará que funcione sin problemas incluso en los días más fríos.

Otro aspecto importante es comprobar el líquido refrigerante, que evita que el motor se congele y garantiza una refrigeración adecuada. Asegúrate de que el nivel de líquido es correcto y de que el líquido tiene propiedades anticongelantes. 

4. ¿Funciona correctamente la batería?

Las bajas temperaturas pueden reducir significativamente el rendimiento de una batería e incluso hacer que se descargue por completo, así que comprueba su estado cuidadosamente antes de que llegue el invierno. Esté atento a señales como la dificultad para arrancar el motor, unas luces deficientes o un funcionamiento lento de los componentes eléctricos del coche, que pueden indicar que la batería está debilitada. Comprueba también que las conexiones de la batería están limpias y bien protegidas contra la corrosión, que es clave para garantizar el buen funcionamiento del sistema eléctrico del vehículo. ¿Tu batería es de edad avanzada? ¿Has notado algún signo de disminución del rendimiento? Te recomendamos que te plantees sustituirlo antes del invierno. Una batería nueva y en buen estado no sólo garantizará que tu coche sea más fiable en los días fríos, sino que, sobre todo, no te pillará por sorpresa en una mañana helada.

5. Comprueba las luces del vehículo

Las condiciones meteorológicas invernales, como las tormentas de nieve, la niebla y también las noches más largas, requieren un sistema de iluminación eficaz en su vehículo. Comprueba periódicamente todas las luces, incluidas las delanteras, traseras, antiniebla, intermitentes y de freno. Sustituir las bombillas fundidas es sencillo y aumenta su visibilidad en carretera y permite que los demás conductores le vean mejor. Acuérdate también de limpiar regularmente la carcasa de la lámpara para que la suciedad no reduzca la eficacia de la iluminación.

Comprueba también que las luces están correctamente alineadas. Unas luces mal ajustadas no sólo pueden mermar tu capacidad para ver la carretera, sino también cegar a otros usuarios. 

6. Prueba el sistema de calefacción

Un sistema de calefacción eficiente en tu coche no es sólo una cuestión de comodidad, sino también un importante elemento de seguridad. No sólo proporciona calor para ti y tus pasajeros, sino que también evita eficazmente que se empañen las ventanillas, lo que contribuye a mantener una buena visibilidad. Antes de que llegue el invierno, conviene comprobar que la calefacción funciona correctamente y que el aire caliente se distribuye con eficacia en el habitáculo del vehículo. Comprueba también que la ventilación funciona correctamente y que no hay fugas en el sistema que puedan afectar a su rendimiento. Y no olvides comprobar el funcionamiento de la calefacción de la luneta trasera y de los retrovisores laterales si tu coche los lleva. Estas funciones son muy útiles para eliminar rápidamente la escarcha o descongelar las ventanas en las mañanas heladas. Si tienes algún problema con tu sistema de calefacción, lo mejor es recurrir a un servicio profesional. 

7. Mira de cerca la carrocería del coche

El invierno es una época que plantea grandes retos a la carrocería del automóvil. La sal de la carretera, la humedad y las bajas temperaturas pueden acelerar el proceso de corrosión, por lo que es importante revisar periódicamente la carrocería en busca de óxido y daños. Si ha aparecido óxido en la carrocería de tu coche, elimínalo rápidamente para evitar que se extienda a otras partes de la carrocería y piezas del chasis. Los paneles metálicos de reparación son la solución ideal para reparar eficazmente los daños y eliminar los componentes corroídos, así como para proteger la carrocería de nuevos daños. Estos paneles son duraderos, eficaces y se adaptan a diferentes modelos de coche.

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8. Verifica cómo funcionan los limpiaparabrisas

En invierno, cuando la nieve, la lluvia y la sal de la carretera están a la orden del día, la eficacia de los limpiaparabrisas es crucial para mantener una buena visibilidad. Con el tiempo, los limpiaparabrisas se desgastan y pierden eficacia, lo que se manifiesta en forma de rayas en el parabrisas o en la incapacidad de eliminar completamente el agua. Comprueba el estado de la goma de los limpiaparabrisas y asegúrate de que están perfectamente alineados con el cristal. Si los limpiaparabrisas están desgastados, dañados o no eliminan las gotas de lluvia, es mejor sustituirlos por unos nuevos.

9. Comprueba el kit de emergencia

Disponer de un kit de emergencia bien equipado en el coche es especialmente importante en invierno, cuando aumenta el riesgo de situaciones imprevistas en la carretera. El kit debe incluir una rueda de repuesto, un gato y una llave de ruedas, imprescindibles en caso de pinchazo. Además, es importante llevar una linterna, una manta y guantes, que pueden resultar útiles en caso de emergencia por frío. Además, es una buena idea equiparse con una pequeña caja de herramientas, un botiquín de primeros auxilios y una pala para la nieve, así como arena o sal de carretera, que pueden ayudarle a salir de los montones de nieve o de las zonas resbaladizas.

10. Lava el coche con regularidad

Lavar el coche con regularidad durante el invierno es crucial, sobre todo en zonas donde se utiliza sal para carreteras, que puede acelerar el proceso de corrosión. Lavar el coche ayuda a eliminar la sal y otros contaminantes que pueden depositarse en la carrocería y los bajos. Presta especial atención a la limpieza a fondo de los bajos, que son los más expuestos a la sal y la humedad. El mantenimiento regular, incluido el lavado, no sólo prolonga la vida útil del vehículo, sino que también mantiene su mejor aspecto y su valor posventa.

Resumen

Preparar el coche para el invierno es clave para conducir con seguridad y comodidad durante toda la temporada. Recuerda que la inspección y el mantenimiento periódicos son la mejor inversión en tu seguridad.

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